Bajo la consigna de "Gimnasia emocional", se les introdujo en el esquema A-B-C de la terapia racional emotiva. El objetivo de este ejercicio fue el de mostrar la interrelación entre conducta, emociones y cogniciones, así como ser capaces de identificar pensamientos irracionales que pueden darse con respecto a la enfermedad (y otros ámbitos). Este tipo de técnicas de reestructuración cognitiva, pretende resaltar la Importancia de la interpretación de los sucesos y las creencias subyacentes exhibidas (componente cognitivo) en lugar del acontecimiento desencadenante. Es decir, coge la cognición como foco de la intervención (ésta, y no el acontecimiento precipita el malestar).
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